- Un tirano
- ¿Un tirano? ¿Con un pueblo sometido y todo?
- ¡Pues claro! ¿Y tú?
- ¡No te lo digo, que te vas a reir!
- Vamos, dime
- Quisiera ser un flan, un flan de albaricoque o uno normal, un flan tibio en el escaparate de una pastelería
- ¿Un flan, un postre?
- Pues claro, ¿Qué sino va a ser? ¡No hay cuarenta mil cosas
que se llamen flan!
[...]
- Nunca hemos hablado del futuro tú y yo. Me refiero a nuestros futuros.
- ¿Nuestros futuros? Yo habría dicho inconscientemente nuestro futuro, supongo que me conformaba con el presente...Supongo que nos veía seguir así siempre. ¡Qué estúpida!
- Lo siento Sophie.
- Sí, lo siento Sophie. Por cierto, hablamos del futuro una vez, y no nos equivocamos mucho, tú estás aprendiendo a ser un tirano y yo un flan.